San Joaquín tiene memoria.
De acuerdo con distintas Comisiones nacionales que se han abocado al tema, la cifra total de víctimas calificadas oficialmente es de 40.175 personas, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura. Hoy a 50 años del fatídico golpe de Estado propiciado por un gobierno extranjero, que, ejecutado por civiles junto a militares traidores y asesinos sumieron a nuestra patria y a sus habitantes en la más oscuras de las noches como país soberano.
Cuando en la figura del compañero presidente simbolizamos a aquellos compatriotas humildes que construían un futuro glorioso para las generaciones que vendrían, pero que la vileza de la burguesía y oligarquía nacional truncara con tal brutal golpe, esa figura nos interpela a actuar. Ese hombre y ese pueblo imponen su presencia hoy aquí, a lo largo y ancho de nuestro territorio. Imponen hoy aquí el silencio de sus voces, e imponen hoy aquí el mayor de nuestro respeto.
Las nuevas y futuras generaciones nos enjuiciaran con respecto a que, a 50 años de éste duelo permanente, la hipocresía, la impunidad, va inundando nuestras conciencias colectivas en una sociedad que impone la división y exacerba nuestras diferencias. Las organizaciones sociales deben jugar nuevamente el rol que les corresponde en la lucha por sus derechos, nos debe contagiar la dignidad de aquel pueblo que construía su propio destino y la generosidad en la búsqueda de la unidad. En ello se nos debe ir la vida ya que «Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean los devoran los de afuera», cómo dijera Martin Fierro.
Aún hoy nos siguen reprimiendo, aún hoy, los cuerpos represivos construyen relatos justificando las violaciones a los derechos humanos, las de ayer y las actuales. Aún hoy la oligarquía nos marca la pauta a seguir, aún hoy nos siguen hacer optar por el mal menor, aún hoy nos autocensuramos y bajamos la voz ante el poder, el pueblo y sus organizaciones deben despertar de esta amnesia inducida. Ese presidente, ese compañero presidente nos enseñó a no tener miedo cuando se exige lo justo y se levanta el puño en alto, y ese será el mejor homenaje a su memoria y a las/los miles de dirigentes sociales, obreros ilustrados, mujeres empoderadas, jóvenes estudiantes y trabajadores asesinados.
Alrededor de 20 años llevamos luchando por recuperar ese lugar de horror como lo fue el campo de concentración de 3y4 Álamos, donde más de 6.000 compatriotas hombres y mujeres que por allí pasaron, fueron torturados, o hechos desaparecer. Dónde está la sensibilidad de los gobiernos pos-dictadura. Lucharemos mientras tengamos fuerza, muchos han partido durante esta batalla, pero cómo León Gieco dice “Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia”.
Honor y gloria a nuestro pueblo humilde, a esa intelectualidad y profesionales con un alto sentido de clase, a esos trabajadores de la cultura y del arte que embellecieron cada uno de esos mil días del más sublime de los sueños y lo llenaron de colores y notas musicales.

Permítanme terminar con ese grito de amor y respeto a un pueblo con el cual estamos en deuda.
Compañero Presidente Salvador Allende, ¡Presente!
Compañeras y compañeros ausentes, ¡Presente!
¡Ahora y siempre, Hasta la victoria ¡siempre!
San Joaquín tiene memoria